El 16 de enero de 1724, abdica inesperadamente el rey de España, Felipe V, en favor de su hijo Luis, el primero de los monarcas borbones en haber nacido en suelo español, quien encima contaba con apenas 17 años de edad y nula experiencia en asuntos de gobierno.

Existe una versión de que Felipe V abdicó porque se enteró de que su sobrino estaba gravemente enfermo e iba a fallecer, por los tratados del fin de la guerra de sucesión, la corona de Francia y España no podían recaer sobre la misma persona, así que si ponía a su hijo como rey, podría Felipe V hacer valer sus derechos dinásticos sobre la corona de Francia y dirigir a distancia la de España..... Pero su sobrino contra todo pronóstico sanó y fue su propio hijo el que cayó víctima de la enfermedad.

Sin embargo la versión que quizás se acerque más a la realidad de las cosas nos explica que en realidad Felipe V no abdico con ambiciones al trono de Francia, y su retorno no fue cosa fácil tampoco, ya que no tenía interés de regresar. Hubo un voto secreto de Felipe V y su esposa de retractarse del trono, haciendo ese voto por primera vez en 1720 y reanudándolo 4 veces. Esperaron a que Luis Primero tuviera la misma edad que tenía Felipe V cuando él asumió el trono, para pasárselo y retirarse del mundo. Como ellos decían “para pensar solo en su salvación y en servir a Dios”.

Su abdicación en 1724 hace mención de que ya tenía cuatro años considerando esto, lo que es correcto, sabiendo de la existencia del voto secreto de 1720. Sobre su retorno, Felipe V no tenía interés en regresar al trono. Pero fue el nuncio del Papa en Madrid, Alessandro Aldobrandini, quien finalmente lo convenciera. La política del joven rey fue la de centrarse más en los problemas americanos, desde la Nueva España hasta la Argentina, en lugar de hacerlo en la popular idea de recuperar las posesiones italianas perdidas en la Guerra de Sucesión; esto despertó suspicacias entre los peninsulares por este motivo. El reinado de Luis I fue muy importante en las monedas de los reinos españoles europeos y americanos por igual por un simple hecho, Luis I solamente duró siete meses en el trono español. La noticia de reinado de Luis I llegó a mediados de ese 1724 a México, primera de las cecas que inició la amonedación con el nombre de este monarca, por lo que ya se habían hecho monedas a nombre del abdicado Felipe V por algún tiempo durante ese año, por lo que se conocen piezas de ambos reyes con esa fecha en las monedas (lo cual no es cosa rara), sin embargo lo que sí es raro es la mínima acuñación existente de este rey y la rareza de estas piezas entonces y hoy día, siendo las más reconocibles las más pequeñas de plata, de medio real, porque lleva claramente una L en el monograma central.

La leyenda rezaba en esas monedas: “LUDOVICVS I.DEI.GRATIA” y por el reverso “HISPANIARVM.ET.INDIARVM.REX”: Luis I, por la Gracia de Dios, rey de las Españas y de las Indias. Aquí monedas de medio real de Luis I, raras cuando se llegan a ver, una de las cuales está fechada, acuñadas en México. Luis I falleció siete meses más tarde, y al no tener hijos, el mismo día en que partió Luis I de este mundo, el 31 de agosto, su padre el rey Felipe reasume sin problema las riendas del gobierno español.