Tras muchos años de solicitudes, en 1620 Felipe III emitió una real cédula por la cual autorizaba la fundación de una Casa de Moneda en Santa Fe de Bogotá al ingeniero Alonso Turrillo de Yebra. La Casa de Moneda se estableció en 1622. Durante mucho tiempo, aquella fábrica de moneda fue una especie de herrería con hornos para fundir y afinar, de una sola planta. Allí se acuñaron todas las monedas con la técnica de martillo, incluidas las primeras monedas de oro hechas en América en 1622.
La ordenanza recibida en Santa Fe el 13 de diciembre de 1751 daba instrucciones al Virrey, José Alfonso Pizarro, Marqués de Villar, de acuñar de forma redonda o con cordoncillo, aunque se autorizaba el uso del martillo hasta el momento de contar con material de acuñación adecuado. Dicha ordenanza pasaba la ceca a manos de la corona para que, de esta forma, los particulares dejasen de acuñar moneda por su cuenta. También se ordenó ampliar el edificio y adecuar los espacios a las necesidades de la producción mecanizada de nuevas monedas con la implantación de los molinos y prensas de volantes. Para ello, llegaron desde la península, el 30 de noviembre de 1750, Tomás Sánchez Reciente (director primero de la Real Casa), Juan de Chaves como ensayador y José Martín Carpintero y Francisco Benito como talladores, y el material de acuñación de Sevilla desde donde fue trasladado en 249 cajones. En ellos se encontraban unas pequeñas maquetas de madera de los molinos y volantes sevillanos para hacerlos igual en Santa Fe, cinco punzones con los retratos de rey y matrices. Mientras se levantaba el nuevo edificio, el tesorero, Isidro José de Cabrera y Subía, ordenó el 20 de agosto de 1753 que se continuase la acuñación de moneda de oro hasta que se pudiera establecer la circular. La obra de ampliación se inauguró en 1756 y a partir de 1757 todas las monedas se acuñaron en prensas de volante.
La fabricación de moneda, principalmente la de oro, continuó de manera estable hasta finales de la época colonial. El 17 de diciembre de 1819 se creó la República de Colombia, a partir de 1820 se siguió acuñando moneda con los tipos de la nueva república.